Nuestro estilo de vida moderno que incluye comida procesada, estrés, sedentarismo, uso crónico de medicamentos, etc., puede, con el transcurso del tiempo, conducir a una alteración en el balance de la microbiota. En este marco, hay diferentes maneras de cuidarla, incluyendo un estilo de vida que considere momentos de relajación, ejercicios y el consumo de alimentos saludables de forma equilibrada.

¡Revisemos los consejos en detalle!

Cuida tu microbiota todos los días con estos consejos

Los vegetales son lo máximo para tu microbiota

Prefiere los de hoja verde: lechuga, espinacas, también las alcachofas, los espárragos, el brócoli y la cebolla. Tienen mucha fibra que no es digerida por nosotros, pero que encanta a las bacterias buenas que habitan en nuestros intestinos.

Restringe los ultraprocesados y el azúcar

El consumo excesivo de estos productos está relacionado con un microbiota intestinal que favorece la inflamación. ¿Por qué? Por un lado, un elevado aporte de azúcar reduce la presencia de bacterias beneficiosas y asociado a esto la reducción una microbiota variada y saludable. 

De forma sumativa, los alimentos ultraprocesados, contribuyen a alteraciones en la microbiota intestinal, con cambios en la capa mucosa intestinal, afectando la capacidad que tiene intestino de permitir el paso de nutrientes a la sangre y ser una barrera ante alérgenos o toxinas.

Ambos factores en su conjunto, condicionan un ambiente inflamatorio en el intestino con potencial impacto en el resto del organismo.

Utiliza probióticos

Los probióticos te ayudarán a tener una microbiota variada. Puedes aportarlos a tu día a día a través de productos certificados y a través de alimentos fermentados que contienen levaduras y bacterias vivas beneficiosas para nuestro sistema digestivo: como el kéfir, la kombucha y el chucrut entre otros. Para que la microbiota esté en forma, lo ideal es que sea diversa y esté equilibrada. A mayor diversidad de cepas probióticas, más salud. Esto puede ser más difícil de conseguir solo por medio de la alimentación, motivo por el cual muchas personas encuentran más cómodo elegir productos de calidad certificada.

Sí a los prebióticos!

Los prebióticos son un tipo especial de fibra vegetal (hidratos de carbono) que el organismo no puede digerir. Son fermentados en el tracto gastrointestinal y utilizados de forma selectiva como “alimento” para las bacterias intestinales beneficiosas. Los prebióticos son el alimento de los probióticos.

Descansa lo suficiente, muévete también

Si no duermes lo que tu cuerpo necesita, indican algunos estudios, le estás haciendo daño a tu microbiota, aumentando  el riesgo de  desarrollar enfermedades inflamatorias. Por el contrario, el ejercicio físico impacta positivamente en tu salud intestinal.

Teniendo en cuenta todos estos factores, es fácil entender por qué un aporte diario de probióticos puede ser una buena idea para favorecer la recuperación o mantenimiento de esas bacterias beneficiosas en nuestro intestino

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